Turismo Residencial, Ambientalmente responsable.

De cara a los próximos años va a ser extremadamente importante centrar criterios para definir y clarificar el mensaje que se transmite a los compradores de viviendas en areas turísticas.
Son muchos los que se aventuran a nombrar su producto como verde, responsable, sostenible, ecológico, saludable, confortable y tantas otras definiciones, que apuntan a la moda del medio ambiente.
Lo que comprobamos tristemente en el día a día, es que gran cantidad de esa imagen del producto verde no concilia con la realidad de los problemas ambientales, de la realidad del paisaje y del equilibrio que deberíamos tener al actuar sobre el medio y los ecosistemas en los que desarrollamos nuestras vidas, y construimos nuestras casas.
Sinceramente tenemos el máximo respeto a las diferentes denominaciones que se le están dando a las técnicas aplicadas en la construcción para mejorar la eficiencia de las viviendas y la confortabilidad de las mismas. Sus procedimientos y sistemas de valoración son los que son, y no es nuestra misión cuestionarlos. Nosotros aplicamos nuestros criterios, y hemos desarrollado nuestra propia métrica.
El Turismo Residencial es sin duda uno de los motores que moverán Andalucia en los próximos años, y actualmente supone una importante fuente de trabajo y de Ingresos para todas aquellas zonas que han entendido lo importante y clave que es este modelo de residencia. Ademas de ser inclusivo, ya que integra a personas de otras nacionalidades y zonas de España, da empleo estable, genera riqueza y permite la mejora de los servicios sociales.
El considerar una villa o una urbanización turística como algo propio de «ricachones» y «guiris», es no ver más allá de las propias narices, ademas de un desconocimiento absoluto de como funcionan las economías de las zonas turístico-residenciales.
Cada activo inmobiliario en funcionamiento es en si mismo una fuente constante de generación de negocio y oportunidades laborales y empresariales. Cada villa, casa, piso,… tiene mantenimiento de piscina, jardines, electricidad, fontanería, limpieza, seguros, IBI, impuestos locales, consumo en comercio de cercanía,…. lo que se traduce en mayores ingresos para el entorno, trabajo y mejores servicios públicos que puede dar el municipio Turístico Residencial, en el que se ubica el activo de referencia.
Son oportunidades que hay que saber aprovechar y gestionar correctamente la inversión de la administración y de las empresas privadas con un foco realmente verde. Con un foco en el que la sostenibilidad no sea una mera foto de una palmera en un dossier de venta o en post de Instagram, es necesario aplicar una conciencia ambiental andaluza, enfocada a la notable mejora de la biodiversidad y a la reducción de la contaminación en todas sus facetas.
Crear destino turístico es una tarea difícil y que lleva muchos años para poder consolidar tanto las inversiones públicas como las diferentes aventuras empresariales que tantas personas de buena fe intentan levantar, a pesar de la tremenda presión fiscal y de la ausencia de interlocución lógica con una administración desfasada, burocratizada y que vive absolutamente de espaldas a los retos e incertidumbres diarias a los que se enfrentan cada día trabajadores y empresas de toda Andalucia.
El Turismo Residencial requiere de una actitud ambientalmente responsable que realmente dé impulso a su entorno y a la sociedad, mejorando la calidad de vida de todas las personas que residen todo el año, como de aquellos visitantes que solo pueden pasar unos fantásticos días disfrutando de nuestro entorno, el cual debemos de cuidar sin cesar. Desde un moviendo de tierras, que ha de hacerse, desde nuestro punto de vista evitando la época de cría de aves, respetando el perfil orgánico de la tierra para ser aprovechado, y no que acabe como relleno de zanjas profundas. El respeto a la flora y fauna del entorno, el ahorro de agua, el respeto por las zonas húmedas y la eficiencia en el consumo de energía, deben de marcar nuestras actuaciones. No vale poner una foto muy bonita, cuando no somos capaces de respetar ni las macetas de nuestra oficina.
Es el momento de fijar la mirada en los próximos dos años, con criterio y metodología debemos de ser capaces de mejorar nuestro entorno, desarrollar estrategias para mejorar en cada una de las acciones que llevemos a cabo, y desde las administraciones es necesario que se capilaricen los fondos europeos para que no acaben en mega inversiones de «foto sostenible», que en nada contribuyen a la mejora de nuestros ecosistemas y menos a fomentar una actividad como el Turismo Residencial, que tanto empleo y actividad genera en tantos municipios andaluces.
Sergio Cuervo